sábado, 22 de diciembre de 2007

Un año

Un año es el período de tiempo que tarda la Tierra en orbitar una vuelta alrededor del Sol.

Un año es el símbolo de lo efímero, nunca más será 22 de Diciembre de 2007. El día, como el hombre, comienza, vive la apacible oscuridad de la noche y la maravillosa luz del día. Pero se va, se pierde en el agujero desconocido y jamás por conocer por nosotros, los mortales, de loeterno, para dejar lugar al 23 de Diciembre que hará lo mismo que él porque también se irá, como se va todo.

Un año, no es más que una herramienta muy útil para medir la vida, por eso además es una alerta que nos avisa si ésta nos está pasando por encima. Un año, nos pasara rápido o lento, a mí por lo general me pasa lo primero, dichoso de aquel que puede hacer parecer más lento el paso del tiempo.

Pensaba titular este post "Un año que se va", pero la obviedad de semejante cosa primero me hizo dar cuenta que era un título pelotudo y redundante; y después que si a algun año se le ocurre quedarse y no marcharse, entonces llegará la eternidad y nada tendrá sentido.

domingo, 16 de diciembre de 2007

El hombre es una perpetua víspera. Es lo que es, pero también lo que todavía no es. Vive inclinado hacia el futuro. Vive deseando y es él mismo su deseo.
El hombre se va a morir, pero tiene apetito de eternidad. El hombre es mortal y es esa tragedia la que lo hace libre, la que lo convierte en constante posibilidad. Posibilidad de caída o de salvación. El hombre se va a morir y por eso ama, y por eso escribe poemas.

domingo, 15 de julio de 2007

El Salón de Baile y el rapto de los orinanates

Un pintoresco croquis del Atlas señala en la calle Yatay un enorme salón de baile. A pesar de su lujosa apariencia, el local no tenia baños. Sucedía entonces que los bailarines se veían obligados a abandonar la milonga para pedir permiso en casas vecinas o costearse hasta algún café mas hospitalario. Sin embargo los más audaces solían aventurarse en un yuyal cercano que ofrecía una sombría privacidad. Los Cronistas Soñadores sostienen que nadie regresaba jamás de aquel sitio. Citan el testimonio de más de cuarenta damas abandonadas que en vano esperaron a sus compañeros, a veces en el interior del salón, a veces en la misma vereda del potrero. Los espíritus fantásticos pretenden que los brujos raptaban a los bailarines y los llevaban a sus gabinetes como esclavos o como carnada para atraer a los demonios. Por esa razón, o quizás por la escasa belleza de las damas asistentes, los jóvenes dejaron de concurrir al salón.
Los propietarios hicieron construir baños pero ya era demasiado tarde.

Alejandro Dolina

¿Por qué un desierto lleno de gente?

Al momento de pensar en un nombre para este blog, pensé en el nombre de un libro de cuentos que compre hace menos de un año y que termine de leer al poco tiempo de haberlo adquirido

La historia es así, caminaba por Avenida de Mayo camino a una reunión de trabajo pero sin apuro, llegaba muy adelantado por lo que mi viaje de ida se había transformado en un paseo. Diferencio paseo de cualquier otro viaje porque en el primero uno se detiene en pequeños aspectos o está mas atento al contexto, sin embargo, otros días la rutina te envuelve en otros asuntos y cualquier lugar que se transite es sólo eso: un lugar de tránsito. En fin lo cierto es que pase por una librería con una gran cantidad de cajas con libros de todo tipo, una típica librería del centro de Buenos Aires. Delante de cada lote de cajas se anunciaba el precio de los libros de ese lote. Los precios partían de tres pesos y el precio más alto no superaba los quince.
Me detuve (no por avaricia sino por curiosidad) en el lote de los de tres pesos. Me acerque porque quería saber qué tipo de libros valen 3 pesos. Me preguntaba mientras me acercaba si la razón de su ubicación en esas cajas partía de su pésima redacción, su poco éxito o probablemente su vejez (está última no lo justificaría del todo). Comencé a revisar libro por libro, la verdad es que de cada diez libros los títulos de 9 invitaban a justificar su destino y el restante, al menos desde el título, daba lugar a la esperanza de que se tratara de una injusticia o una equivocación. Después de revisar varias cajas tome dos que formaban parte de las excepciones en la estadística. Los compre. Uno se llama “Reflexiones sobre la democracia” y es un ensayo de los años 60 , que aún no leí. Y el otro es el que da nombre a este blog: “Un desierto lleno de gente”, indudablemente (y ya lo dije) el título fue, acompañado de su relativa juventud, lo que me hizo llevarlo. No es un best-seller, tampoco presenta una redacción increíble. No lo editó una editorial demasiado conocida y las ilustraciones no son malas aunque tampoco admirables. Los cuentos no hacen reflexionar a las masas y su contenido no ayuda a la realización de una estrategia de Marketing demasiado efectiva. Sin embargo a mi me gustó. Sus cuentos reflejan tan bien las vivencias de sus protagonistas, que de alguna u otra manera nos hace compenetrarnos en la piel de los personajes; hay varios realmente muy buenos.
Lo cierto es que el nombre del libro creo que refleja en algún punto la realidad de la web, en donde no hay nadie pero a la vez hay millones. En donde la cantidad de información que hay y que nutre a los usuarios en tan solo unas horas, multiplica infinitamente la que podía recibir una persona promedio en el siglo 19 durante toda su vida.
Este weblog se crea ahora, y durante la marcha ira encontrando rumbos, por lo que adoptará si logra disfrutar los caminos, una excelente forma de vida
Buen Provecho