domingo, 16 de diciembre de 2007

El hombre es una perpetua víspera. Es lo que es, pero también lo que todavía no es. Vive inclinado hacia el futuro. Vive deseando y es él mismo su deseo.
El hombre se va a morir, pero tiene apetito de eternidad. El hombre es mortal y es esa tragedia la que lo hace libre, la que lo convierte en constante posibilidad. Posibilidad de caída o de salvación. El hombre se va a morir y por eso ama, y por eso escribe poemas.

1 comentario:

Unknown dijo...

No solo es lo que todavía no es. Sino que también es lo que jamás será.

Y es aquello que se desea con todo el cuerpo lo que acaecerá.

Entonces hay una relación. Entre el deseo y el ser. O el No Ser.

Es el deseo que atraviesa el agujero de la existencia.